• Inicio
  • Política de Cambios y Devoluciones

Prendas por encargo
No se aceptan cambios ni devoluciones, salvo por fallas de confección comprobables.

Prendas en stockSe aceptan cambios dentro de los 5 días siguientes a la recepción, siempre que la prenda esté en perfecto estado.

Procedimiento:
Para cambios o devoluciones, contáctanos enviando el número de pedido y fotos del producto a carolinandro.hm@gmail.com

Preguntas Frecuentes

Cada material que elijo es un diálogo entre el cuerpo, el clima y la memoria. Trabajo con fibras nobles que aportan calidez, carácter o ligereza, según lo que necesite la prenda y quien la use.


Algodón: Ligero y suave, como un viento tibio en la piel. Ideal para climas templados y para quienes prefieren texturas secas y livianas. Sus puntos se ven más abiertos por su caída pesada. Perfecto para el verano y climas suaves.


Lana de oveja común: Rústica y cálida, recuerda los inviernos del sur. Puede sentirse áspera al principio, pero es resistente y duradera, ideal para quienes buscan una fibra robusta y tradicional. Como un chaleco heredado que perdura en el tiempo.


Lana merino: Suave y fina, es una caricia que abriga sin rugosidad. Termorreguladora, acompaña sin sofocar, perfecta para pieles sensibles y prendas en contacto directo con la piel. Tiene una caída fluida y elegante, ideal para invierno con ligereza.


Alpaca: Liviana y lujosa, diez veces más cálida que la lana común. No pica ni pesa, con una textura envolvente y casi etérea. Perfecta para climas fríos y para quienes buscan abrigo sin volumen.


Acrílico hipoalergénico: Suave, liviano y fácil de cuidar. No provoca alergias ni encoge. Una opción segura para niñxs, pieles sensibles o quienes prefieren prendas prácticas sin perder calidez. Lo uso con criterio cuando el contexto lo requiere, pues la sensibilidad también es parte del diseño.


Estas piezas no quieren ser tratadas con prisa. Sugiero lavarlas con la misma calma con la que fueron tejidas:


1. Llena un bowl con agua fría y añade un poco de jabón neutro.

2. Sumerge la prenda durante 10 minutos sin frotar.

3. Luego, vacía el agua y presiona suavemente (sin estrujar) para sacar el exceso.

4. Ponla sobre una toalla seca, enrolla para absorber el agua, y luego déjala secar extendida, sobre una superficie plana y a la sombra.

5. No la cuelgues. No le tengas miedo: si la cuidas bien, te acompañará por mucho tiempo.

Cada cuerpo tiene su forma de habitar el mundo.

Mis prendas no están pensadas en función del género, sino del movimiento, el abrigo, la libertad. Por eso he creado mi propia tabla de tallas, que no distingue entre “para mujeres” o “para hombres”.

Para elegir la tuya, solo necesitas medir el contorno más amplio de tu pecho y guiarte por esa medida. Si tienes dudas, puedes escribirme: me interesa que la prenda se sienta bien puesta, como una extensión de ti.


¿Cómo elijo mi talla?<br>
<br>